Madera
La madera es un material noble cuyo uso en una vivienda puede ser tanto estructural como decorativo, dando lugar a espacios cálidos y acogedores. Bien sea como objeto o como elemento constructivo, y con el fin de brindarle la protección necesaria, es necesario tomar las medidas adecuadas para que conserve su belleza y resistencia.
Como material orgánico que es y debido sus características naturales, la madera es susceptible de ser degradada por agentes atmosféricos, químicos o naturales. El sol, el agua de lluvia, los hongos o los insectos pueden deteriorarla si no tomamos las medidas adecuadas.
Antes de decidirnos por un sistema u otro, debemos tener en cuenta el tipo de madera que deseamos proteger o decorar. Existe una gran variedad de especies, y según sus rasgos identificativos su reacción ante los agentes externos será diferente en cada caso.
TIPOS DE MADERA
Maderas coníferas: También conocidas como resinosas, son de color claro y blandas. Pertenecen a esta especie los pinos y los abetos.
Maderas frondosas: De estructura leñosa y gran variedad de colores, cuentan con una amplia distribución en la península ibérica con especies como el roble, el castaño, el eucalipto o la haya. Son ricas en taninos, que pueden generar manchas en la superficie si no se bloquean.
Maderas tropicales: De color por lo general oscuro, se trata de maderas fuertes y bastante resistentes al ataque de hongos e insectos. Perteneces a este tipo especies como el ébano, el palisandro, el wengué o la teca.
SOLUCIONES
A la hora de optar por un producto u otro, además del tipo de madera debemos tener en cuenta el acabado que deseamos para la madera (brillante, satinado o mate), si será aplicado sobre una superficie vertical u horizontal, y si estará expuesta a factores atmosféricos o a algún tipo de desgaste.
Barniz: El barniz genera una capa que es la que servirá de protección a la madera. En interior dota a la madera de una gran resistencia frente a los golpes, sin embargo en exteriores será necesario usar un producto flexible y con filtros solares, ya que de otro modo la exposición a la luz y el calor provocarán que se reseque y se cuartee.
Lasur: Acabado protector de la madera a poro abierto,manteniendo el aspecto natural de la madera.Interior-exterior, de alta durabilidad y flexible. Evita la formación y desarollo de hongos. Con filtro solar.
Aceite: Los aceites nos sirven para el cuidado de maderas principalmente tropicales, como la teca, que por su dureza y resistencia son las más usadas para el exterior. Al ser absorbido por la madera, esta se nutre del aceite y conserva sus propiedades y su textura natural.
Esmalte: Pueden ser acrílicos o sintéticos. Los acrílicos son solubles en agua, lo que les da una mayor flexibilidad. Los sintéticos son más resistentes y no necesitan una preparación previa demasiado exhaustiva.
TRATAMIENTOS ESPECIALES
En muchas ocasiones, antes del acabado final conviene aplicar a la madera un tratamiento que le sirva de protección. Estos tratamientos pueden ser de utilidad bien para prevenir problemas en maderas nuevas como para solucionarlos donde los hubiera con anterioridad.
Matacarcomas: Protectores preventivos y curativos contra insectos xilófagos.
Gel decapante: Elimina de la madera barnices, pinturas, protectores y lasures que hayan sido aplicados con anterioridad.
Imprimaciones: Recubrimiento previo que actúa como protección contra la humedad, la corrosión o los insectos. Forma un puente de unión que hace que la pintura se adhiera con mayor facilidad.
Masillas: Para rellenar grietas o desperfectos. Fácilmente moldeable, por lo que es apta para rellenar agujeros e incluso para reconstruir pedazos que falte.
En Conte Pintures te aconsejaremos para que sepas cuál es la que más te conviene y nos adaptamos a tu presupuesto.
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